Carlos Hermosillo y Roberto Ruiz Esparza son otros de los futbolistas que compitieron por un cargo popular
Ana Gabriela Guevara fue Senadora en 2012; Víctor Estrada, Diputado Local e Iridia Salazar, Diputada Federal
AGENCIAS
México
La incursión de deportistas en el mundo de la política, tal y como se dio a conocer con la candidatura del delantero del Puebla, Cuauhtémoc Blanco, por la alcaldía de Cuernavaca, no es nada nuevo en México, ya que su figura y fama suponen muchos votos para los partidos que los respaldan.
Futbolistas, marchistas, velocistas, clavadistas, nadadores y hasta taekwondoines, no todos con los mismos resultados, han probado suerte en política mexicana, o en su defecto han ocupado algún cargo dentro de las instituciones de gobierno, ya sean locales o federales.
En el caso de los jugadores de fútbol, el ex delantero del Cruz Azul Carlos Hermosillo fue uno de los primeros en incursionar en este ámbito, primero ocupando la Dirección de la Comisión Nacional del Deporte en 2006. Para el 2009 dejó su lugar y compitió por una diputación federal defendiendo los colores del PAN, pero perdió en las urnas.
El que sí logró una curul en San Lázaro fue el ex defensa de La Franja Roberto Ruiz Esparza, para el periodo 2003 y 2006. Después intentó seguir su carrera política buscando la alcaldía de Puebla, en 2009, sin embargo perdió en la contienda.
Los taekwondoines Iridia Salazar y Víctor Estrada, ambos medallistas olímpicos, hicieron también carrera en la política. La primera logró llegar a la Cámara de Diputados federal en 2011 en sustitución de Alfonso Martínez, mientras que el originario de Tamaulipas logró un lugar como Diputado en el Estado de México para el periodo 2012-2015.
Ana Gabriela Guevara, antes de competir por un cargo de elección popular, fue Directora del Instituto del Deporte del Distrito Federal. Después falló en el intento de ser Senadora por la vía del voto en 2012, sin embargo lo logró por la vía plurinominal.
Fernando Platas, clavadista y medallista olímpico, fue otro que intentó, pero no pudo ocupar una posición en San Lázaro, en las votaciones federales del 2009. Su única incursión fue cuando lo nombraron Director Honorario del Instituto del Deporte del municipio de Tlalnepantla.
