4 de Mayo de 2025

Eddú Vega González

Desde el amateur hasta el profesional vivió en las canchas

Sigue vigente pitando juegos amateur

CONCEPCIÓN GALVÁN

Tuxpan

Uno de los pocos tuxpeños que ha logrado destacar en el arbitraje profesional y que dedicó gran parte de su vida a esta labor en los campos de juego y que sigue vigente, al desarrollar partidos de la categoría amateur.

Eddú Vega González, parte de su historia en esta hermosa labor, en la que dice que al entrar ya no se sale nunca, se vuelve una parte de ti, estar en las canchas pitando partido.

Sus inicios en el mundo del arbitraje

“Ingresé al arbitraje profesional en el año de 1994 y permanecí alrededor de 10 años, fui  baja en el 2004 con la delegación de árbitros profesionales de Tamaulipas”.

 

“Al ingresar a la delegación, el primer requisito primordial era hacer el curso para árbitros profesionales, que casualmente cuando yo fui a pedir la oportunidad para ingresar se estaba abriendo el curso que duró alrededor de un año.

“En ese entonces yo tenía que viajar desde la Ciudad de México, ya que yo estaba radicando allá en este momento y durante ese año fue cuando me estabilicé y me quedé ya a vivir en Tuxpan, pero ya con la oportunidad y la formalidad  de estar con los árbitros profesionales haciendo el curso, el cual no fue fácil, pues como prospecto hay que trabajar con la propia delegación y gracias a Dios se dieron los resultados en un año”.

Una profesión de familia

La Familia Vega González tuvo en su seno tres árbitros que empezaron con partidos amateur y llegaron a  ser profesionales; el padre les puso el ejemplo,   dos de sus hijos siguieron con la tradición, entre ellos Eddú, que sigue vigente en el mundo del arbitraje.

-¿Cómo empezaste, cómo decidiste ser árbitro?

“Esto viene de carrera familiar, trascendencia de mi padre, que era árbitro y que llegó a ser profesional; ya una vez  que vio la oportunidad de hacernos árbitros, pues nos encauzó a ese camino. Fui árbitro desde los 12 años, pues él me empezó a trabajar desde esa edad y la oportunidad de poder subir al arbitraje profesional por medio de las categorías, la última es la profesional, en la cual hay otro tipo de metas, ya una vez pasando del amateur al profesional; esos niveles son los que tenemos que  aspirar los que tengan la verdadera  aspiración.

“Con mi hermano nos tocó el curso ese mismo año, fuimos la primer generación de árbitros profesionales de la delegación Tamaulipas, cosa  extraña  en su momento, nosotros siendo del estado de Veracruz fuimos  a pedir la oportunidad a otro estado, dado que estuvimos tocando puertas antes con Poza Rica, que en ese entonces tenía sede de grupo de apoyo, pero nos hicieron dar muchas vueltas y, como se dice, la envidia deportiva nos dejó a un lado, fuimos  a tocar a la puerta a una delegación bastante grande, muy reconocida, donde se llega a una primera división de una u otra forma cuando se tienen las cualidades. Mi hermano me acompañó, de hecho terminamos juntos el curso, pero él sólo le dedicó un año al arbitraje profesional en el Distrito Federal, pues allá se quedó a radicar.

“Esa casualidad en que mi papá tomó el curso de árbitros profesionales en su época, mi hermano y yo en otra temporada, o sea que fuimos egresados de la misma escuela nacional para árbitros profesionales los tres en el estado de Tamaulipas. Distante fue que tomamos primero el curso de árbitro profesional y ya  a los dos o tres años posteriores tomamos el curso radial amateur para árbitros, el que debíamos haber tomado antes lo hicimos ya siendo árbitros profesionales, claro, con una validez y fue una oportunidad que se nos dio y nos exigió haberlo tomado, siendo esto curioso, ya que se dio al revés, primero profesional y después amateur, y fue una carta de presentación más en nosotros como árbitros”.

Debut en el ámbito profesional

-¿Cuál fue tu primer partido en profesional?

“Mi primer partido fue de asistente en el partido Chivas de Guadalajara contra el Tampico Madero en el estadio Tamaulipas; por el equipo de Tampico lo dirigía el “Chocolate” Hernández y por las Chivas el hoy leyenda del fútbol mexicano, el profesor ‘Chava’ Reyes. Ese fue mi debut en Segunda División, ya que fue directo en esta categorías, no fue en Tercera, como se hace tradicionalmente; mi carta de presentación fue la experiencia, dado que durante el año que estuvimos con la delegación, trabajamos para llegar a un medio más alto y fue, gracias a Dios, uno de los aspectos más grandes que me dio como experiencia.

Después de este debut ya me alternaron en Segunda y  Tercera división, para posteriormente en base a tu paso en el profesional cada año, van promoviéndote; hice la promoción difícil, porque estaba yo en una delegación donde ya había árbitros de Primera División, había asistentes de Primera e inclusive yo ya competí con árbitros asistentes propuestos en partidos internacionales, entonces era una difícil situación porque había mucha demanda y competencia deportiva, pero mi máximo plano de haber ascendido fue a Primera División “A”, hoy Ascenso, y cuando debuté, el estadio se estaba inaugurando, fue el de estudiantes de Altamira, una bastante difícil y complicada, por las situaciones económicas y futbolísticas, y por la zona. Pero cuando yo debuté en Primera “A” era por formalidad, porque ya se acercaba la situación que te exige la Comisión, la edad, pero cuando yo llegué a Primera División “A” es porque trabajé categoría por categoría.

“Entre mis experiencias,  cuando debuté en Primera “A”, a la siguiente semana me tocó en Ciudad Neza; fui como asistente, el partido repetía a un equipo con el que había inaugurado el Acapulco. Al siguiente  año vuelvo a la propuesta de árbitro central, pero la dificultad era tomar la designación, dado que éramos 52 árbitros propuestos, para 10 partidos, muy difícil, y seguí trabajando en partidos importantes en Segunda División”.

-¿Qué te deja el arbitraje?

“Es parte ya de mi vida; de hecho, sí empecé a temprana edad y sigo arbitrando, lo que más me destaca ahorita es que me voy a morir arbitrando, algo que viene de  familia y es una ley que le pide al deporte. Seguiré siendo árbitro, mi agradecimiento al arbitraje porque de ahí, parece nada, conoces familia, trabajos, amigos, medio social, medio profesional, te distingues como una gente especial en el deporte, porque aunque yo no esté reconocido y revalorado en el arbitraje amateur, no quiere decir que por eso yo esté ‘desagusto’ con el arbitraje ni con el fútbol; no, al contrario, eso me permite seguir trabando, porque eso quiere decir que hay muchas cosas que hacer en el deporte”.

Proyectos a futuro

“En la liga infantil y juvenil, tenemos el proyecto de sacar el propio Colegio para la Liga, algo bien difícil, porque hay carencias de arbitrajes, principalmente hay muchos intereses en el medio; parece nada, pero en el arbitraje amateur hay intereses económicos que hacen que muevan al medio deportivo un poco más complicado.

“Sin embargo el proyecto está ahorita  en hacer la propia escuela para la Liga, para lo cual hay que hacer trabajo de aula, trabajo de campo y en el aspecto económico, pues en esta categoría de amateur, principalmente viven de la economía: si no hay dinero, pues no participan. Ese es uno de los proyectos; difícil, pero ahí vamos empezando a desarrollarlo”.

 

Con la Licenciatura en Educación Física, Eddú Vega González sigue activo en el arbitraje en el ámbito amateur, principalmente en la Liga Infantil, donde es parte de la directiva y en la que busca encauzar a los mismos compañeros del gremio para seguirse preparando. Esposo y padre de familia de una niña, compagina su vida profesional con su vida en el arbitraje.