4 de Mayo de 2025

América y Tigres dura batalla en el Azteca

-Después de la fecha FIFA, regresan las acciones

AGENCIAS
Tras la pausa generada por la primera fecha FIFA del semestre, el Apertura 2015 regresa con un suculento platillo: América vs. Tigres, aunque buena parte del morbo se encontrará en el moderno estadio BBVA Bancomer, donde podría terminar la aventura de Sergio Bueno como Director Técnico del Cruz Azul.

Ningún club se animó a aprovechar este intervalo de dos semanas para cambiar de estratega. El Santos Laguna se mantiene como el único que ha dado golpe de timón, con la llegada del español Francisco Ayestarán en lugar del portugués Pedro Caixinha. El cambio no ha servido, ya que los campeones siguen últimos de la clasificación.

La Máquina podría unírseles, viven su peor racha en los más recientes 11 años (cuatro derrotas en fila) y los propios jugadores admiten estar avergonzados por su mal desempeño durante un torneo en el que, si no se lo llevan, la institución alcanzará 18 años sin dar la vuelta olímpica. Luchar verdaderamente por el título luce como simple utopía. El plantel aqueja una importante baja de juego e innumerables lesiones. Será el primer gran partido en la historia del espectacular hogar de los Rayados, el cual fue inaugurado el pasado 2 de agosto.

Pero Bueno no es el único que peligra este fin de semana, los uruguayos Gustavo Matosas (Atlas) y Diego Alonso (Pachuca) serán locales, por lo que la victoria es obligada. Si no la consiguen, podrían salir. Enrique Meza (Morelia) es otro Director Técnico que no la pasa bien, producto de los cuatro reveses seguidos que acumula y la presión sobre los Monarcas, últimos en la tabla de cocientes.

La tercera parte jugada ha sido espectacular. De los 62 partidos efectuados, sólo seis (10 por ciento) terminaron empatados. Ojalá que la fecha FIFA no infecte a un torneo que por fin ofrece la espectacularidad deseada.

 

En su reanudación, ofrece un termómetro inmejorable, con el choque entre los clubes a los que no suele importar cuánto deba gastarse, con tal de levantar el trofeo que acredita al campeón.