-El juego México vs. Panamá del viernes en el Azteca registró una pobre asistencia
AGENCIA
La fortaleza de la Selección Mexicana que antes era el Estadio Azteca ya no luce como tal. La altitud que minaba fuerzas de los rivales ahora es factor que juega en contra de los "europeos" del Tri. Además, la afición capitalina no dejó de gritar "¡p.!" pese a las campañas de concientización y la asistencia del viernes fue una de las más pobres en la historia de la Selección en la Ciudad de México.
De ahí que la Federación Mexicana de Futbol analice que el último juego del equipo de Juan Carlos Osorio como local en el Hexagonal hacia Rusia 2018, el del 6 de octubre ante Trinidad y Tobago, pueda disputarse en otra plaza del interior del país, según aceptó el presidente del organismo, Decio de María.
"Eso es un tema que tenemos que trabajar estos días con Memo y con Dennis", dijo el directivo, refiriéndose al secretario general de la FMF, Guillermo Cantú, y al director de Selecciones Nacionales, Dennis Te Kloese.
La afición del Tri no llenó ni la mitad del estadio el viernes pasado para el juego contra Panamá, a pesar de que fue en el que el cuadro azteca amarró el boleto mundialista, de que fue en día de quincena y que la FMF mantuvo en todo momento una promoción de boletos al 2x1.
La asistencia fue de aproximadamente 35 mil aficionados, de los 76 mil que le caben al Azteca, donde la afición no olvidó el grito homofóbico, aun cuando la FMF prometió destinar a la mejora de escuelas lo correspondiente a las multas que impone la FIFA por ese coro.
Las opciones que se han manejado el juego contra Trinidad y Tobago son el Estadio BBVA, así como el Universitario de Monterrey, entre otros como el Estadio Chivas.