19 de Abril de 2024

Taiwán, o cómo incitar una guerra

JOSÉ VALIÑAS

En tan solo cuatro días de este mes, China mandó sobrevolar los alrededores del espacio aéreo de Taiwán, con una cantidad de aviones militares que hizo sonar las alarmas en diferentes capitales, empezando por Taipei, por supuesto, pero siguiendo con Washington, Tokio, Seúl e incluso Canberra. En cuatro días, 149 aviones se desplegaron muy cerca de la antigua isla de Formosa, algunos de ellos con capacidad de transportar ojivas nucleares, constituyendo la mayor afrenta en 40 años del gigante asiático hacia la que denomina su “provincia rebelde”.

Aunque las incursiones chinas sobre las cercanías de Taiwán son una constante (en 2020, en plena pandemia, hubo 380), esta vez la amenaza es más directa y tiene lugar en el contexto de un reacomodo estratégico. Se da cuando el presidente Joe Biden acaba de identificar claramente a China como el principal opositor de Estados Unidos. Sucede en medio de la nueva alianza que acaban de establecer ese país y el Reino Unido, el llamado Aukus, para suministrar a Australia submarinos de propulsión nuclear, con el objetivo precisamente de contrarrestar el cada vez mayor poderío naval chino. Y sucede, también, a muy poco tiempo de que Estados Unidos diera muestras de debilidad al operar de manera desastrosa la retirada de Afganistán.

Se da, por último, en el momento en que Xi Jinping, el líder chino, ha endurecido su retórica nacionalista y está decidido a exhibir, primero para consumo interno y después al mundo entero, que ya es una potencia que puede hacer frente militarmente a Estados Unidos. Entre otras muchas muestras de fuerza en los últimos meses, por ejemplo, Pekín realizó hace días una prueba con un misil hipersónico, del que aún se desconoce si sus enemigos podrían tener capacidad de contrarrestar.

Pero, ¿qué puede realmente suceder en Taiwán? ¿Las nuevas dos superpotencias nucleares entrarán en un conflicto de alcances incalculables? Para algunos expertos esto se da por descontado, si no ahora, en los años por venir.