“Comer sano sale más barato, pero se trata de un problema cultural”, señaló el galeno, quien subrayó que se dan talleres en las escuelas, de la mano con la SEV, y se intenta modificar las Cooperativas, para que no vendan chatarra, pero la penetración publicitaria de las transnacionales es terrible, aseguró.
Lo que hace falta, reiteró, es que la gente asuma su responsabilidad en cuanto a decidirse por una alimentación sana, hacer ejercicio con regularidad, comer más frutas y verduras, y menos grasas y dulces, así como evitar los refrescos y, mejor, optar por el agua natural e incluso, ¿por qué no?, sembrar un arbolito de limones en el patio para hacer limonada a diario, comentó.
Hay que mejorar la educación y procurar que los responsables de la Salud sean eficientes al hacer llegar el mensaje a la población, saber transmitirlo a la gente para que vaya haciendo conciencia, porque la predisposición a padecer diabetes va a la alza por malos hábitos alimenticios y, según estudios, se ha ido modificando incluso la estructura genética en ese sentido, concluyó.
