Un país menos corrupto atraería mayor inversión extranjera, aseguró, detallando que hay empresas foráneas que incluso cuentan con una partida especial para ese tipo de asuntos cuando practican operaciones en países de América Latina, entre ellos México. “La inversión extranjera cuida mucho esa parte, hacen más negocios donde el ambiente es seguro y donde no tienen que batallar con la corrupción, porque son empresas con una cultura muy apegada a la Ley”, aseveró.
En la medida en que disminuya la corrupción, reiteró, ello constituirá un incentivo para que la inversión llegue, y no sólo la extranjera, sino la nacional también: “Hay empresarios que van buscando las ciudades más honestas, que quieren invertir en lugares donde no tengan problemas con gobiernos corruptos que les obligan a sacar dinero por otro lado para ‘cooperar’, porque lo malo de la corrupción es que siempre hay dos partes, y obliga al empresario a corromperse también para poderla solventar”, finalizó.
