30 de Septiembre de 2024

Citricultores pierden la batalla

-Productores pagan por tirar miles de toneladas del cítrico

Por MAYRA ROJAS SANTIAGO

Pese a la promoción que realizaron citricultores de la región para promover su producto y tratar de posicionarlo en otros estados, por su alto grado de calidad, incluso con la posibilidad de ser exportado a otros países, estos campesinos están viviendo una de las crisis más grandes de todos los tiempos, ya que no pudieron vender sus naranjas y se están viendo obligados a tirarlas o incluso derribar sus árboles.

En su afán de hacer notar las buenas condiciones que tenía la cosecha, hace algunas semanas trabajadores del campo colocaron mantas informativas a la orilla de la autopista en la zona naranjera, donde informaban acerca de la certificación que recibieron por parte del Comité Estatal de Sanidad Vegetal de Veracruz (CESVVER) a más de 700 hectáreas, como huertos libres de mosca de la fruta, capaces de ser exportado hacía zonas libres sin tratamiento cuarentenario.

Desafortunadamente de nada les valió su esfuerzo, pues los compradores nunca llegaron, a decir de ellos mismos, no hubo precio y la producción fue grande, viéndose los citricultores obligados a pagar días de trabajo a varios peones para que se dedicaran a cortar la naranja, la amontonaran y fuera rodeada de calhidra para evitar infecciones y malos olores. 

Otros más mostraron molestia, hartazgo, decepción y decidieron derribar naranjales enteros, convirtiendo 15 y 20 años de trabajo en sólo cerros de leña. “No todos tuvimos dinero para pagarle a una cuadrilla para que liberara las plantas, otros los están haciendo poco a poco con sus propias manos y otros más ya se resignaron y dejarán los arboles cargados aunque no den nada para la próxima temporada”, mencionó el señor Pompeyo, de la comunidad de Zapotal Santa Cruz. 

Algunos productores atraviesan por crisis económicas, pues en diciembre se vieron obligados a pedir préstamos con algunos bancos u agiotistas a cuenta de la venta de la naranja, misma que creció, tuvo buen tamaño y color, pero no tuvo precio.