-Difícil la situación por la que atraviesan quienes se dedican a este oficio en la ciudad
Por ÁNGEL ESTÉVEZ
Es difícil la situación por la que atraviesan los boleros de esta ciudad, toda vez que la cantidad de gente que acude a lustrar sus zapatos poco a poca ha ido disminuyendo, por lo que la situación laboral de estas personas se torna cada vez más dramático.
Juan Cruz García, quien tiene su negocio junto a otros cinco compañeros a un costado de la Presidencia Municipal en pleno centro, destaco que el ser bolero nunca ha sido un oficio en el que se gane mucho dinero, pero que al menos se obtenía lo suficiente para el alimento, el vestido y la educación básica de los hijos.
Afirmó que difícilmente el trabajo de bolero dará para brindar una carrera profesional, desafortunadamente de un par de años a la fecha la situación ha cambiado de manera drástica, ya que todo ha ido subiendo de precio desde la comida, la ropa, el calzado, útiles escolares, los pasajes; sin embargo su trabajo es algo que los últimos 4 años apenas si ha logrado subir tres pesos y esto por el material que se utiliza para bolear, también presentó algunos incrementos.
Aseguró que durante las casi 8 horas diarias que le dedica a su oficio, cuando bien le va, saca cerca de 200 pesos, es decir que prestó sus servicios a casi 10 personas, pues el costo por boleada es de 20 pesos.
Enfatizo que quienes son boleros y tiene niños en la escuela, sin duda alguna enfrentan una situación más pesada a como están las cosas en estos momentos, ya que en ocasiones la boleada solo les brinda 70 u 80 pesos en el día, que sin lugar a dudas solo alcanzaría para el alimento que es la necesidad primordial.
