Un escándalo por un posible conflicto de intereses de uno de los integrantes de su gabinete podría estallarle a la Jefa de Gobierno de la CDMX, Clara Brugada. Y es que, al contralor capitalino, Juan José Serrano, volvieron a verlo en un partido de la NFL, el pasado 17 de noviembre en la ciudad de Miami, en el Hard Rock Stadium, donde se enfrentaron los Miami Dolphins contra Las Vegas Raiders, presuntamente como invitado en un palco de lujo perteneciente a la empresa Broxel, que acaba de obtener un contrato por 3,700 millones para la adquisición de vales de despensa para los trabajadores del gobierno capitalino.
De acuerdo a una “Denuncia Ciudadana” anónima, presentada ante la Secretaría de la Función Pública Federal, de la que esta columna tiene copia, así como de varias solicitudes de información vía transparencia hechas a siete dependencias del Gobierno de la CDMX y otras siete dependencias federales, el denunciante solicita investigar a Juan José Serrano Mendoza, secretario de la Contraloría General de la CDMX, a Juan Pablo de Botton, secretario de Administración y Finanzas, también del gobierno capitalino y al empresario Gustavo Gutiérrez Galindo, dueño de la empresa Servicios Broxel.
Apenas en febrero del 2023, hace justo dos años, al secretario de la Contraloría de la Ciudad de México fue duramente cuestionado y hasta le querían hacer juicio político en el Congreso de la CDMX por haberse ido a disfrutar del Super Bowl LVII en Arizona, entre los Chiefs de Kansas y los Eagles de Filadelfia. Una foto junto con su novia publicada por el diario Reforma estalló el escándalo, pues los boletos más baratos para ese partido fueron de 5 mil dólares, es decir casi 100 mil pesos mexicanos. Y aunque Juan José Serrano se defendió diciendo que sí acudió al partido, pero que los boletos “fueron regalo de un primo por mi cumpleaños 50” y que los gastos de viaje los pagó de su bolsa, sus respuestas dejaron más dudas que certezas, sobre todo porque el contralor propuso en el gobierno de Claudia Sheinbaum, una ley, que fue aprobada por el Congreso local, que les prohibía a los funcionarios capitalinos “recibir regalos caros de cualquier persona”.
La denuncia anónima de la que también se mandó copia a la Jefa del Gobierno, Clara Brugada, y a los titulares del SAT, la UIF, la FGR, la Secretaría de Hacienda, la CNByV, la Fiscalía General de Justicia de la CDMX y a la Auditoría Superior de la CDMX, enlista los siguientes hechos que pide investigar ante posibles delitos cometidos por los dos servidores públicos y el empresario mencionados. Narra que “el 17 de noviembre de 2024 el secretario de la Contraloría, Juan José Serrano Mendoza, asistió al partido entre los Miami Dolphins y Las Vegas Raiders, en el Hard Rock Stadium de Florida, donde la empresa Broxel, de Gustavo Gutiérrez Galindo, es uno de los principales patrocinadores”.
Y sigue: “El funcionario del gobierno de la CDMX disfrutó del encuentro deportivo en el Palco que le pertenece al dueño de la empresa Broxel, Gustavo Gutiérrez Galindo, hecho que revela un claro conflicto de interés. Lo anterior no debe pasar desapercibido, pues el 14 de noviembre de 2024, a la empresa Broxel se le adjudicó un contrato del gobierno de la CDMX de hasta 3,700 millones de pesos, para la adquisición de vales de despensa, en un proceso que estuvo plagado de irregularidades”, señala el denunciante anónimo.
Luego menciona “la supuesta licitación SAF-DGRMSG-LP-05-24, organizada por la Secretaría de Administración y Finanzas, cuyo titular es Juan Pablo de Botton. En esta licitación –continúa— se impuso una cláusula en la que se solicitaba un convenio de afiliación con la Central de Abasto de la CDMX (CEDA), el cual se le negó al menos a una de las otras dos empresas interesadas en participar en el concurso. Casualmente Broxel presentó dicho Convenio. Como resultado, fue la única en participar y compitió contra sí misma”, dice la denuncia.
Añade que, durante la sesión para licitar, la empresa Broxel disminuyó drásticamente el porcentaje de bonificación con el que se había presentado al inicio del proceso, y de haber ofrecido inicialmente un 1%, el día del fallo arrancó con 0.01%, sin que ese ajuste se hubiera informado a los asistentes antes de la subasta. Sin que se consignara ese cambio en una fe de erratas y tras 10 rondas de “puja” en las que la empresa Broxel era la única participante y terminó recibiendo condiciones favorables, como una compensación del 4.2%, muy por debajo del 9.7% que se había alcanzado en una licitación similar en el año 2020, donde sí había otras empresas participantes.
Ante todo, eso, el denunciante pide que se investigue “con qué recursos viajó a Miami el secretario de la Contraloría”, Juan José Serrano, si llegó a Estados Unidos en un vuelo comercial o privado, y que entregue las facturas que lo comprueben, además de la aeronave y las facturas. También solicita que “indaguen si durante el viaje estuvo acompañado de Gustavo Gutiérrez Galindo” duelo de la empresa Broxel, y si el contralor capitalino estuvo involucrado en la licitación SAF-DGRMSG-LP-05-24 para la compra de vales de despensa, y si el funcionario estuvo involucrado en la imposición de la cláusula que se pedía a las empresas interesadas de tener un Convenio con la Central de Abastos, el cual solo le fue otorgado a la citada empresa ganadora Broxel.
En cuanto al titular de Administración y Finanzas, Juan Pablo de Botton, solicitan investigar si también estuvo involucrado en la imposición de la cláusula mencionada y en la negativa dada por la CEDA a una de las empresas participantes y qué responsabilidad tuvo en las reglas de dicho concurso que careció, dice, “de piso parejo” para todas las empresas interesadas. También pide el denunciante que se revisen cuántas reuniones, llamadas y comunicaciones que hayan intercambiado o tenido tanto el contralor Serrano, como el secretario De Botton, que se le haga una “auditoría forense a los dispositivos electrónicos del contralor, y se determine qué otros funcionarios participaron en la referida licitación de los vales de despensa".
Veremos en qué termina la investigación de la denuncia ciudadana presentada y si hay congruencia entre el discurso y los hechos en la jefatura de Gobierno de la CDMX que encabeza Clara Brugada. Por lo pronto, lo que queda claro es que, al contralor capitalino, Juan José Serrano, le gusta mucho disfrutar de los partidos de la NFL y que tiene una pasión personal por ese deporte estadounidense. Y claro, ese no es ningún delito, pero viajar pagado por un empresario que obtiene contratos del gobierno para el que él trabaja y recibir un trato VIP, eso sí que estaría penado por la ley.