Noche de estrellas
Por Nancy Jácome
Pocos son los momentos en que nos sentimos tan pequeños frente a un vasto universo, a veces pensamos que tenemos que viajar muchos para poder tener este sentimiento o que debemos visitar un lugar muy distinto.
Pero a veces sólo hay que mirar un poco diferente a Tuxpan, y ver aquello que el Puerto nos guarda y que se nos ha hecho muy común. Antes iba con mi familia en la noche a la playa para ver las estrellas, así las veía brillar en todo su esplendor en la playa Villamar, en donde eran la única luz que tenía.
Pero hoy los tuxpeños podrán verlas desde muy cerca, pues la Sociedad Astronómica de Tuxpan, que tiene cuatro años en este Puerto, compartirá por primera vez sus telescopios y conocimiento sobre este mando azulado que enmarca nuestras noches, los asistentes buscarán varias estrellas, entre ellas la estrella polar, que es la que utilizan los navegantes para ubicarse. Como ya ha informado el “Heraldo De Tuxpan” se realizará en la escuela Secundaria Profesor Manuel C. Tello.
Me comentaban los organizadores del evento llamado “Noche de las Estrellas”, que también se ha realizado en la ciudad de Xalapa, donde en muchas ocasiones el cielo no se llega a apreciar como aquí en Tuxpan.
En el Puerto, aunque hay muchos edificios y vida nocturna, aún existen espacios que nos permiten mirar en ocasiones, desde nuestra propia casa, las estrellas, pero sólo basta tener la intención.
Hace tiempo, salió en el cine la película de “El Lorax del Dr. Seuss”, que primeramente fue un cuento en el que el autor se ha preocupado por escribir cuentos que concienticen a los niños, de los grandes problemas ecológicos.
La frase memorable de este cuento es “A MENOS QUE” alguien como tú tome conciencia y un gran respeto nada pasará, ninguna cosa buena vendrá.
El libro tiene apenas 42 páginas, pero en ellas encierra un gran mensaje ambiental. Narra la historia del “Era una vez” quién llego a un gran bosque lleno de árboles Truffula, los cuales utilizó para crear ropa, accesorios y mucho más.
Pronto su invento se convirtió en moda y los animales que ahí vivían tuvieron que emigrar, buscando nuevos lugares para vivir. El Lorax lo advirtió cuando se cortó el primer árbol, pues él habla por los árboles. Y se marchó cuando el último árbol fue talado.
Muy tarde comprendió el “Érase una vez”, que lo que hoy parece bueno, mañana puede ser un gran error, y se quedó viviendo solo en aquel bosque contaminado.
Por este cuento es que creo que es importante no dejar pasar esta oportunidad de apreciar lo que el mundo tiene por ofrecernos, porque si no apreciamos hoy lo que estas personas están realizando con todo el esfuerzo de organizar el evento y prestar sus telescopios, tal vez llegue el día en que Tuxpan esté completamente iluminado por la noche, y en la que tengamos que ir más lejos.