31 de Octubre de 2024

Salarios e ingreso nacional 

Por Julio César Vega Olivares 

El salario mínimo en México, ha venido redefiniéndose con el tiempo, de una relación de producción a un medio de equilibrio económico, pues ahora se fija mediante una especie de conga, en función de la productividad, pretendiendo mantener el empleo, y como ancla para otras variables económicas como la inflación.  A los salarios, y claro a los trabajadores, se les culpa de los males de la economía, y hasta antes del neoliberalismo eran los únicos responsables de la inflación.

La masa salarial, sigue siendo también fuente de disputa en el producto interno bruto, pues éste es igual a la suma de todos los salarios más todas ganancias, en un periodo determinado de la economía; normalmente en un año, la participación de los salarios en el producto, es fuente de discordia entre los factores de la producción, y quien desequilibra esa relación es el gobierno, pues su actividad, no productiva, disputa a ambos su parte del producto y puede inclinar la balanza de la distribución. 

La parte proporcional en porcentaje del total del PIB, correspondiente a los salarios y el correspondiente a las ganancias del capital, es lo que establece la distribución del ingreso, más aun cuando el ingreso o producto nacional es pequeño o se reduce; es importante mencionar que, los países desarrollados mantienen una distribución del ingreso del lado de los trabajadores.

México, mantiene una de las tasas más bajas de participación de los salarios en el ingreso del mundo, y dentro de la OCDE el más bajo cerca del 27 por ciento, las mayores distribuciones a favor del trabajo corresponden a los países con mayor tranquilidad social y menor grado de corrupción tales como Dinamarca, Finlandia Suiza, Eslovenia, Portugal, en general la unión Europea, la cual mantiene una participación de los salarios en el ingreso promedio de 55 por ciento, la mayor es Dinamarca con 64 por ciento, y a nivel mundial los porcentajes de los países más desarrollados son Alemania con 57 por ciento, y a nivel mundial Japón con un 52 por ciento, china 42 tiene el por ciento, EE.UU. con 57 por ciento, Francia 59 por ciento, Inglaterra 60 por ciento, e incluso la India tiene un 30 por ciento y supera nuestro México; como se aprecia, mantenemos una pésima participación de los salarios en el ingreso, un porcentaje menor que la mitad del promedio de la unión europea y de los Estados Unidos.

Sabemos que el capital sin la intervención distributiva del estado, jamás va a soltar las ganancias de las cuales se apropia con fruición, para ello, se requiere la acción decidida del estado presionado por los trabajadores, para equilibrar el ingreso obrero y la distribución del ingreso, es decir, incrementar cuando menos al 50 por ciento la participación de los salarios en el ingreso, como una primera etapa. 

Para muestra de la acción del estado a favor del capital, es la actual represión salarial, la cual se expresa en el salario mínimo nacional, pues en fechas recientes acaba de darse un nuevo aumento al salario mínimo para 2017, que como todos los años viola el artículo 123, de la Constitución Mexicana. 

Desde el año 2015, la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, después de estudios e investigaciones de la comisión consultiva para la recuperación gradual, y sostenida de los salarios mínimos generales y profesionales, cuyos informes son avalados  por el Banco Mundial y la Organización Mundial del Trabajo OIT, que es una organización filial de las grandes corporaciones internacionales, la comisión es tripartita patrones, trabajadores y gobierno, pero se desequilibra con la intervención del Banco Mundial y la OIT, no sabemos por qué participan, bueno, se aclara que el Banco Mundial paga a la comisión consultiva, es decir, los salarios de los mexicanos los establecen desde fuera.

Cabe mencionar, que los salarios mínimos en México se revisan en una aplicación e interpretación sesgada del convenio 131 con la OIT, el cual establece que para determinar el monto del salario mínimo deben considerarse, según su artículo tercero inciso b) los factores económicos, incluidos los requerimientos del desarrollo económico, los niveles de productividad y la conveniencia de alcanzar y mantener un alto nivel de empleo.

Para la fijación del salario mínimo, la Ley Federal del Trabajo establece que, los salarios mínimos generales deberán ser suficientes para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia, en el orden material, social y cultural, además para promover la educación obligatoria de los hijos. 

Por ello, los aumentos salariales deberían ser para mantener el poder adquisitivo, de un salario suficiente de origen para lo dispuesto en el artículo 123 de la Constitución Mexicana, y si no, recuperarlo gradualmente y acumulativamente, es decir, sin mover los precios, porque de otra manera no funciona ningún aumento.

Si usamos el dólar como referencia para el cálculo de los aumentos salariales, el salario mínimo en 1981 actualizado al 2016, sería de $459 pesos, se aprecia que el salario mínimo de 1981, en términos reales y a pesos actuales, es 6.3 veces mayor que el actual, sólo entre 2015 y 2016 perdimos 12.5 por ciento de poder de compra al pasar el dólar de 17.1 a 20.61 pesos por dólar, cual mejoría salarial.

¿Creen ustedes que alcanzan 80 pesos para sostener una familia? Bueno, al presidente de la comisión de salarios mínimos sí le alcanza porque gana 173, mil 436 pesos mensuales, y se ha reelegido en el cargo cinco veces desde 1991, 26 años en el puesto, vendiendo el bienestar de los mexicanos.