Sexenio del terror
Por Julio Cesar Vega Olivares
Hay muchas opiniones sobre el sexenio de Javier Duarte, pero me llamó la atención una apreciación hecha por el importante periodista Noe Zavaleta, quien llamó al sexenio de Javier Duarte el sexenio del terror.
Y es que Duarte, además de haberle provocado al Estado de Veracruz severos daños derivados de una actitud patrimonialista e irresponsable, la cual fue mediante fraudes, abusos, desfalcos, gastos suntuarios, desvíos de recursos, inversiones sin recuperación y demás modalidades, se debe considerar que estos daños económicos todavía durante algunas décadas las seguiremos pagando los veracruzanos.
La verdad es que se sometió a la entidad jarocha a un régimen de terror, es decir, a un alto grado de inseguridad, tal fue el caso que aumentaron los desaparecidos, los asesinados, las ejecuciones o venganzas políticas, así como el secuestro indiscriminado de personas particularmente de jovencitas, puesto que una buena parte de los muertos o desaparecidos fueron individuos de entre 17 a 27 años de edad, situación que ahora se muestra en una dimensión aterradora al ubicar enormes fosas en donde cientos de personas fueron enterradas, esto de manera clandestina, sin contar a las que no se han encontrado.
Además, ligado a estas desapariciones, encontraron la posible participación de autoridades estatales quienes culpan a la delincuencia organizada de sus abusos y delitos, y que, derivado de la falta de Ley, Veracruz junto con Tamaulipas se ha convertido en un campo de batalla en donde se enfrentan cotidianamente diversos grupos de la delincuencia, quienes generan un espiral de violencia que le costó sólo al sexenio de Javier Duarte más de siete mil 500 muertos y contando.
Algo muy notorio en todo esto, fue el utilizar el asesinato de periodistas como una práctica común en el Estado, al igual que como un mecanismo de intimidación para frenar una crítica que ofendía a un narcisismo patológico que rayaba en la malignidad, en una interpretación frommiana, sin embargo, la enorme impunidad del poder en México lo mantuvo hasta casi terminar su sexenio, cuando era bien sabido lo que pasaba en Veracruz, pues desde 2013 cuando un grupo de legisladores panistas encabezados por Fernando Yunes Márquez, interpusieron una denuncia por el desvío de más de cinco mil millones de pesos, querella sustentada en el informe de la auditoria superior de la federación, pero que la cadena que va desde autoridades federales, congreso veracruzano, funcionarios y hasta familiares y amigos, mantenían operando la corrupción en Veracruz.
Es muy claro que la falta de oportunidad y la tardanza para actuar, protege los actos corruptos y los agrava, ya que cuando se actúa tardíamente el daño está hecho y es más difícil repararlo, por ello, un elemento importante de la lucha contra la corrupción es acotar y blindar el manejo de los recursos públicos, esto a fin de evitar la manga ancha en su manejo que permite su desviación con las consecuencias ya conocidas, además de que consiente la creación de estados fallidos y sexenios como el recientemente terminado en el Estado veracruzano, el cual realmente puede ser calificado como el gobierno del terror.
Por último, envío por este medio mi más sentido pésame a la familia de mi inolvidable amigo, el periodista Cesar del Valle, por su sensible fallecimiento, esperando tengan pronta resignación en tan difícil trance.
