26 de Abril de 2024

 ¡BRAVO POR LA COMUNIDAD CIENTÍFICA!

“El origen de la ciencia fue la caída del ocultismo”

 

 

Víctor CORCOBA HERRERO

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El mundo de la ciencia no cesa en sorprendernos, y pienso, que es el gran agente actual de cambio en el mundo, al menos de subsistencia, pues son muchos los desequilibrios cosechados entre análogos y con nuestra propia casa común. Realmente, hoy más que nunca necesitamos respuestas probadas para salvaguardar la salud del planeta y la nuestra; tanto es así, que nuestro propio bienestar está en peligro y también nuestra continuidad como linaje. Necesitamos considerar otras influencias y, en este sentido, tenemos que reconocer que, junto a los valores y tradiciones de los pueblos, está el ascendente docto, siempre dispuesto a dar esperanza  real,  como ahora viene sucediendo con las noticias positivas de los ensayos de las vacunas contra el COVID-19. Tampoco se puede minimizar la trascendencia de este logro científico, que no es nada nuevo, puesto que siempre ha estado ahí su compromiso sabio y responsable; pero, en este caso, su entrega incondicional fue tan generosa y ejemplar que ninguna vacuna en la historia se ha desarrollado tan rápidamente como estas. ¡Bravo, mil veces bravo a esa comunidad experta, por su sentido cívico y su atención desinteresada a los demás!

Frente a esa desidia política que, en demasiadas ocasiones ahoga en vez de alentar, puesto que es incapaz de entenderse para propiciar ese bien colectivo que ha de globalizarse y enternecernos, una vez más los sabios especializados se ponen en primera línea de servicio, al tiempo que consideran sus acciones en ese avance que todos nos merecemos llevar a buen término, desde la serenidad más profunda y el anhelo innato de la evolución de nuestra propia naturaleza. Ojalá se acreciente cada día más su sapiencia, será un modo de restituirnos y de renacer. Confiemos en que esa iluminación permanezca en nosotros, y sea siempre respetado ese concebir innato al auxilio de toda historia. Sin duda, gracias a esa capacidad de custodiar la vida, con esas pequeñas acciones que son las que verdaderamente nos transforman y a los análisis permanentes científicos, podremos acabar con la pandemia e impulsar la recuperación económica mundial, a poco que los gobiernos respalden la adquisición y entrega masiva de vacunas, pruebas y tratamiento contra el COVID-19.

Se trata de trasladar, pues, a todo el orbe una garante disposición existencial, armonizando el progreso técnico con el rigor ético, humanizando las relaciones entre análogos e informando correctamente a toda la ciudadanía. Por eso, es fundamental fortalecer el liderazgo político para lograr una buena gobernanza ante este grave desafío mundial. Es cierto que la OMS está colaborando estrechamente con expertos mundiales, gobiernos y asociados para ampliar rápidamente los conocimientos verificados sobre este nuevo virus, rastrear su propagación y virulencia, asesorando a los países y a  las gentes sobre las medidas para proteger la salud y prevenir la transmisión del brote. Y, aunque las personas tienen a veces la impresión de que sus decisiones individuales carecen de efecto, no es así, precisamente es este sumatorio de comportamientos racionales, encaminados siempre al deseo de servir al bien común y a la comunidad humana, los que ayudan a tomar la orientación correcta. Solo hay que fijarse en las gentes de ciencia, siempre explorando en la verdad, en la esencia de la verdad, observando la verdad, experimentando con la verdad, que es toda una conciencia de ciencia que nos tranquiliza. Sin duda, el origen de la ciencia fue la caída del ocultismo.